Placas que Sobrevivieron en el CCR del Asilo de Mendigos
El convento de los recoletos tuvo diversos destinos desde su origen. En 1822 fue prisión de detenidos políticos y cuartel, luego residencia de inmigrantes y hospital de sangre. En 1834, se creó el Asilo de Mendigos ya que hubo que darles cobijo al creciente número de personas que mendigaban.
Subsisten varias placas recordatorias se exhiben en una pared del Centro Cultural Recoleta.
Una de ellas tiene la siguiente leyenda: “El rico y el pobre se han encontrado, dice el Espíritu Santo, el uno y el otro son la obra de Dios”.
Suena bastante a siglo XIX ¿verdad? Tal vez podamos decir que hoy hay - por suerte - menos tolerancia ante la pobreza. No se toma el ser rico o pobre, sin cuestionar, como un hecho dado a priori. Creo que la Argentina del siglo XXI nos ha abierto los ojos. Si bien la caridad sigue siendo una fuente de inmenso alivio para muchos, lo mejor para todos sería que no hubiese mendigos.
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